La Humildad: El Camino Para Crecer

Humildad del PapaAquella noche de Marzo de 2013, el Papa Francisco pedía a todos sus fieles un sencillo favor: Recen por mí.

Y ahora quisiera dar la bendición, pero antes, antes, les pido un favor: antes que el obispo bendiga al pueblo, les pido que ustedes recen para que el Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la bendición para su obispo

Estuve Enfermo y me Fuiste a Visitar

Francisco y Vinicio Rivas edit

Francisco, un papa que transmite fe y esperanza con sus pequeñas muestras de amor. Tan solo basta un beso, un abrazo, una caricia sincera, para devolver la alegría pérdida. Venicio Riva padece una enfermedad genética que ha desfigurado su rostro en forma completa. Desde ya, son pocas las personas que se animan a acercarse para saludarlo. Por eso, el abrazo sin miramientos del Papa Francisco fue la medicina perfecta para curar las heridas de tantos perjuicios sufridos. Con estas palabra Venicio expresaba su gozo:

“Mi enfermedad no es contagiosa pero él no lo sabía y simplemente lo hizo, me acarició por toda la cara y mientras tanto yo sentí solo amor.Sentí como si mi corazón saliera de mi cuerpo. Mi cabeza estaba contra su pecho y sus brazos me envolvían. Sólo duró un minuto pero a mí, fue eterno”

Estuve Preso y te Acercaste

Jueves Santo edit

Francisco, el vicario de Cristo que sale en busca de sus ovejas perdidas. Un papa que tiene la delicadeza de celebrar la misa del Jueves Santo entre los muros de una cárcel. Con la humildad que lo caracteriza, se arrodilla para lavar y besar los pies de doce presos que en ella residen. Así, les enseñó el mensaje del servicio, aquel que Jesús nos dejó en la Última Cena:

“¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.  Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica” (Juan 13:1-17)

 Hay que Salir a las Periferias

Francisco y pobres edit

Francisco, un papa que disfruta con la compañía especial de las personas más humildes. No tiene miedo de bajarse del vehículo para salir a visitar a la clase trabajadora del barrio humilde de Tiburtina, en las afueras de Roma.

“Al oír aquello, Jesús le dijo: Todavía hay una cosa que falta en cuanto a ti: vende todas las cosas que tienes y distribuye entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sé mi seguidor. Cuando oyó esto, él se contristó profundamente, porque era muy rico” (Lucas 18: 22-23)

El Amor por los Niños

Papa francisco y niño editFrancisco, un papa que en la misa del Día de las Familias, se deja sorprender por la inocencia de un pequeño niño de 6 años. Con mucha ternura, el papa le obsequia una sonrisa y algunos gestos de cariño. De esta manera, Francisco nos recuerda uno de los mensajes más sublimes que Jesús compartió a sus discípulos:

“Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a Mí, porque de los que son como ellos es el reino de los cielos ” (Mateo 19:14) 

Una Bendición Especial

Dominic Gondreau edit

Francisco, un papa que después de la celebración de su primera misa de Pascua, se detiene, levanta la mirada y abraza amorosamente a un niño de 8 años con parálisis cerebral (Dominic Gondreau). Ese día, el papa le mostró a todo la humanidad que las personas con discapacidad son hermanos que nos enseñan a amar.

Las palabras del padre de Dominic Gondreau…

De repente, mi hijo de 12 años, Lucas, dijo: “¡Es Dominic!” Pensando que estaba viendo a Dominic con mi esposa moviéndose a través de la multitud en busca de nosotros, empecé a buscarla. Entonces Lucas dijo: “¡El Papa está abrazando a Dominic!” Fue entonces cuando miré la pantalla y vi el gran momento. Lucas y yo inmediatamente nos pusimos a llorar.

¿Qué sentí? Lo que todo padre siente cuando su hijo es abrazado en un abrazo paternal por el Santo Padre. Especialmente a mi joven hijo discapacitado. ¡Qué bendición! ¡Qué afirmación! Era como un suave beso de Dios, parafraseando lo que Dios Padre dijo en el bautismo de Jesús:

”He aquí, mi querido hijo, Dominic, a quien amo y he bendecido mucho”