Estudiamos cuatro años para ser administradores de empresas, seis años para ser abogados, diez años para ser sacerdotes o religiosas, pero ¿Cuánto tiempo nos preparamos para el matrimonio? Para muchos la respuesta es: un retiro de novios, un curso prematrimonial de un día o inclusive de una tarde. ¿Será esto suficiente como preparación al matrimonio?

Hoy en día el matrimonio se ha convertido un evento social en donde se ponen todos los esfuerzos para que salga perfecto el gran día. Desde el compromiso hasta el día de la boda, toda la atención se centra en la celebración y se deja por un lado la preparación para lo que realmente es el sacramento.

No estoy diciendo que el matrimonio no sea digno de una gran fiesta, al contrario, como en las bodas de Caná, el matrimonio merece ser celebrado grandemente. Pero la preparación requiere una formación más completa en donde los novios comprendan lo que realmente significa el matrimonio, que comprendan que es una entrega total, fiel, fecunda y para toda la vida. 

No quiero centrar este artículo en lo que significa el matrimonio en sí, porque esto es un tema que tendríamos que profundizarlo más. Sin embargo, si quiero que quienes lean esto comprendan la importancia de prepararse como novios antes de casarse, pues esto es algo que durará para toda la vida y es importante que entendamos todo lo que conlleva un SI en el altar frente a Dios.

Por otra parte, también es importante que durante este tiempo platiquen de las cosas que eventualmente se tendrán que discutir en pareja como por ejemplo: la apertura a la vida en la relación conyugal, la educación de los hijos, el tiempo en familia que van a compartir, el trabajo de ambos, la situación económica, etc. Hay que aprovechar este tiempo para hablar de los ideales que tiene cada uno en la vida, compartir más como novios y así fortalecer la amistad entre ambos. El Pontificio Consejo para la Familia en el documento para la preparación al matrimonio establece que es oportuno “se ofrezca la posibilidad de verificar la madurez de los valores humanos propios de la relación de amistad y diálogo que caracteriza el noviazgo”.

El estar comprometidos es una etapa emocionante en donde juntos como pareja se pueden vivir muchas experiencias inolvidables. Pero no perdamos de vista lo que realmente es importante, no olvidemos esa preparación que nos llevará a vivir plenamente el matrimonio como es debido e invirtamos más tiempo y dedicación en la educación para el amor que durará toda vida.