Actualmente, en España hay unos 90.000 abortos al año. Esta situación, para un país de 47 millones de habitantes, es alarmante.

Las leyes españolas han sido un claro detonante para que esta situación se dé en mí país, España, en especial la introducida en 2010 por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que permite la interrupción libre del embarazo hasta la semana 14 de gestación. A causa de esta ley, en 2011 abortaron 118.611 mujeres en España.

El ambiente que los medios de comunicación han generado en la sociedad española hace que un gran número de mujeres con embarazos no deseados acudan al aborto como única vía de escape. Se ha normalizado el aborto en España hasta un punto en el que a las mujeres jóvenes que se han quedado embarazadas y van al hospital, de las primeras cosas que les preguntan es si desean continuar con el embarazo o no.

Ante estas terribles situaciones, han surgido movimientos como “40 días por la vida”, que se fundamenta en estar durante 40 días rezando por turnos en la puerta de diversas clínicas abortistas de toda España, con la intención de ayudar a cualquier mujer que desee buscar otra alternativa que no implique la muerte de su hijo.

Sin duda, la solución a este grave problema social pasa por movilizarse y apoyar iniciativas provida para así dar ejemplo y voz a todos los niños no nacidos que no pueden decidir sobre su propia vida.

Santa Madre Teresa de Calcuta en el año 1979 fue galardonada con el premio Nóbel de la paz y en su discurso hablo muy claramente del problema que supone el aborto en las sociedades del mundo:

“La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿Cómo podremos decir a otros que no se maten? ¿Cómo persuadir a una mujer de que no se practique un aborto? Como siempre, hay que hacerlo con amor y recordar que amar significa dar hasta que duela”.