Para cualquier persona que viva en España o esté en contacto con la realidad española le es obvio que todo lo relacionado con la natalidad es un problema. No obstante, a pesar de la importancia que tiene para el futuro del país, este parece ser un asunto secundario en el debate social.

Las mujeres españolas cada vez son madres con mayor edad, si en algún momento llegan a serlo y consecuentemente, tienen menos hijos. El Instituto Nacional de Estadística recoge en su última encuesta completa sobre el asunto, que data ya de 2018, unas cifras sumamente preocupantes.

Para el año 2018, la edad media de la madre primeriza en España era de 31,02 años, siendo esta una de las más altas de Europa. De tal forma, solo 1 de cada 10  mujeres menores de 30 años habían sido madres.

Este retraso en la maternidad tiene su traducción inmediata en el número de hijos: si el primer hijo nace más tarde, se tienen menos años para quedar embarazada por segunda vez. La encuesta, que señala que una mayoría de las mujeres en todos los tramos de edad quieren tener 2 hijos, contrasta con los datos que indican que tienen 1,26 hijos de media. Cabe recordar que, para un mantenimiento de la población en el medio plazo se requiere una tasa igual o superior a 2.

No podemos saber a ciencia cierta las razones

Las principales barreras a las que aluden las encuestadas son las económicas y las escasas posibilidades de conciliación familiar en el trabajo. A pesar de ello, no parece existir una correlación entre ciertos factores como el número de semanas de permiso de maternidad y la fecundidad, encontrando casos como el de España y Francia, con el mismo número de semanas pero una diferencia abismal en el número de hijos por mujer. Esto podría indicar la existencia de variables mucho más profundas y que no han sido exploradas en esta encuesta. Sin embargo, esto es algo que difícilmente podrá ser respondido. Este tipo de estudios son considerados secundarios por los organismos públicos: apenas se han realizado 4 en los últimos 45 años: 1977, 1985, 1999 y 2018.

Es por esto importante llevar el debate sobre la maternidad a la plaza pública: no se producirá un cambio en las tendencias sino se investigan adecuadamente las causas. En nuestra mano está como ciudadanía, exigir a las autoridades que se pregunten por qué nos estamos quedando sin niños.