918d8977f59aa2581d7eccbc7085ff10“Las madres, el antídoto más fuerte contra el individualismo egoísta”, esta frase la leí recientemente en una de los artículos del Papa Francisco. Ello me hizo meditar en lo que realmente se celebra en el día de la madre, en Latinoamérica celebrado el 10 de mayo. ¿Celebramos a las madres que tienen hijos o celebramos algo más allá que eso? Creo que el celebrar el día de la madre significa algo más allá que el solo felicitar a nuestras madres.

Celebrar el día de la madre significa felicitar a todas aquellas mujeres que han acogido la vida y recordar el valor que tiene el ser mujer y valorar la maternidad. Este día es reconocer que el ser madre es más que un privilegio, es una vocación, una profesión, pero sobre todo, la decisión más valiente que se puede hacer como mujer, el amar y defender la Vida en todo momento. Porque ser madre no es solo tener hijos, ser madre es educar en el amor y en valores a los hijos. He ahí la importancia de ser madre, el poder forjar familias fuertes que mantenga vivos los valores y defiendan la dignidad de las personas. Por ello, ser madre es darle a los hijos lo mejor que se les puede dar: principios y valores para que sean no sus hijos, sino los constructores de un mejor futuro, de una mejor sociedad; ser madre es sinónimo de vida. El papa Francisco dice que una sociedad sin madres es una sociedad deshumana, si realmente nos ponemos a pensar en esas palabras descubriremos el gran valor de la maternidad que es algo irremplazable.

El día de la madre es celebrar a las mujeres valientes que han dicho Si a la Vida, y han decidido darles un legado de amor y valores a la humanidad. Sin embargo, el valor de la maternidad se ha visto opacado por las ideologías que lo ven como un enemigo, como un impedimento para su empoderamiento en la sociedad.

Algunos movimientos feministas dicen: “mi mente, mi cuerpo, mi elección, tener sexo antes del matrimonio es mi elección, tener sexo o no tener sexo fuera del matrimonio, amar temporalmente o amar para siempre, es mi lección”. Estas son algunas de las frases mencionadas en un video que promociona una revista famosa de moda para promocionar el feminismo radical. Pero yo me pregunto ¿Es esa la esencia de ser mujeres, el tener no libertad sino libertinaje para que el hombre ya no me respete si ni siquiera yo misma puedo hacerlo?

Este video dice también: “Tu eres mi elección yo no soy tu privilegio, tener tu hijo o no, mi placer puede que sea tu placer o no”. Pueden verlo acá https://youtu.be/KtPv7IEhWRA. Este video convierte a la mujer en un ser humano que prefiere degradar su dignidad y actuar sin valores morales con el fin de ser “libre” bajo la justificación de que es su decisión actuar como quiera. Ahora el relativismo moral se hace visible con ideas como las expuestas en el video, en el que todo lo que la mujer decida hacer es bueno porque es su decisión hacerlo, sin importar nadie más. Ya no importa discriminar al hombre siempre y cuando la mujer haga lo que le plazca. En base a esta ideología de género que defiende el feminismo, la naturaleza humana y los valores que provienen de la dignidad de todo hombre y mujer, se vuelven el enemigo de la misma mujer. La justicia e igualdad se disfrazan bajo la palabra feminismo, y la mujer es vista como una víctima de la sociedad que debe ser empoderada, o más bien elevada a un plano superior al hombre. Entonces, ¿Dónde quedan los derechos del hombre? Es acaso la mujer víctima del hombre o víctima de las ideologías que algunas mujeres promueven y que tratan de eliminar los valores morales con tal de que sea “libre” de actuar inmoralmente.

¿Es eso lo que necesitamos las mujeres, que los hombres dejen de tener respeto por nosotras porque buscamos liberarnos de las ideas de lo que ser una mujer significa- respetar nuestro cuerpo, ser fiel al hombre a quien amamos, respetar la vida y la maternidad- o buscamos el placer y exhibirnos sin tener respeto a nuestro cuerpo solo porque “es mi decisión” ? Si fuera hombre pensaría que ni de broma podría estar con una mujer que no se respeta a sí misma y mucho menos que ni me respeta como hombre, esposo y padre de sus hijos.

Hombre y mujer se complementan mutuamente, las diferencias que existen entre el hombre y la mujer no provienen de la forma particular de sus órganos, de la gestación o del modo de educación. La mujer difiere del hombre, cada una de sus células de su cuerpo lleva la marca de su sexo. Lo mismo ocurre con sus órganos y con su sistema nervioso. Las leyes fisiológicas no pueden ser sustituidas por los deseos humanos. El sexo no es una mera diferencia en los órganos para la procreación, sino que abarca toda su personalidad humana, desde la célula más pequeña hasta el núcleo íntimo del alma de un ser humano: su conciencia; abarcando todos los aspectos biológicos, corporales y espirituales. Sin embargo, ello no ha evitado que los organismos internacionales incluyan en su agenda la promoción de la perspectiva de género dentro de las políticas e instituciones públicas y privadas de los países miembros, generando así, la negación de la naturaleza de la diversidad entre ambos sexos sustituyéndolo por una mera construcción cultural de los sexos y buscando empoderar a la mujer a cierto nivel en el que su feminidad deja de ser femenina para igualarse e incluso superar al hombre.

Es ahí donde se hace necesario poner un límite para exponer que la mujer necesita ser protegida pero no se debe olvidar que su dignidad es igual a la del hombre y el valor de la vida es primero que las políticas enfocadas en un feminismo radical de género (derechos sexuales de la mujer). El ser humano tiene un valor y derecho inviolable a la vida, por ello se hace evidente defender los derechos humanos fundamentales de toda persona humana, con el fin de brindar un trato digno del ser humano la no discriminación del sexo femeninos pero también el masculino.

Actualmente, se ha hecho evidente que las mujeres no han gozado plenamente de los derechos humanos y sufren de desigualdad social, política y económica; a consecuencia de ello, organizaciones encargadas de promover el derecho internacional de las mujeres y gobiernos de Estado han luchado por integrar y brindarle un trato digno. Sin embargo, han abierto paso a ideologías como las ya mencionadas, y solucionar el problema por medio de la confrontación entre sexos. Se han realizado propuestas para introducir una nueva cultura de derechos humanos en relación con la orientación sexual y la identidad de género para “mejorar” la situación de la mujer.

Es necesario resaltar que desigualdad sexual no es sinónimo de discriminación y que el sexo, la familia y el matrimonio no son enemigos de la sociedad ni mucho menos de la mujer. Cada ser humano es diferente, pero todos poseen igualdad- esta igualdad es la dignidad en base a la naturaleza humana-. Por esta razón, es necesario velar por la no discriminación de la mujer sin caer en ideologías relativistas que violen su dignidad y la hagan ver como un ser que solo busca su propio placer. Una mujer que se respeta a si misma por lo que es, es una mujer que será admirada y respetada por la sociedad. El riesgo ahora, está en olvidar la diferencia y la complementariedad existente entre hombre y mujer. He aquí la pregunta que surge con ello: ¿Es posible olvidar los valores y principios fundamentales que respaldan nuestra dignidad como mujeres? Las mujeres deseamos hombres comprometidos y fieles, pero para ello no podemos exigir sin dar lo mismo.

Para tener hermosos ojos, mira por el bien de los demás. Para tener hermosos labios, pronuncia solo palabras de bondad. Y para el equilibrio, camina con la certeza de que nunca estás sola”.

Una mujer es bella no por su decisión sino por su ejemplo de feminidad y respeto a ella misma, porque no necesita enseñar su cuerpo para ser admirada, la que con su manera de actuar se convierte un modelo a seguir porque sus cualidades y virtudes atraen. FELIZ DIA DE LAS MUJERES QUE AMAN Y RESPETAN LA VIDA!