Soy de esas personas que, debido a una mala experiencia, he aprendido a intentar comunicar mis ideas de la mejor manera posible. También he aprendido, en los últimos años, que el mundo está llenos de ideas y posturas muy distintas, y que así como debo prepararme para poder transmitir de forma clara y concisa las que apoyo, debo ir más allá, profundizar y hacer un análisis crítico de aquellas que no comparto. Pero más allá de las ideas, ha sido importante comprender completamente que quienes están detrás de ellas son personas como yo, complejas, únicas y dignas de todo mi  respeto.

La RAE define el respeto como: Veneración, acatamiento que se hace a alguien; Miramiento, consideración, deferencia. Y la tolerancia como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.

Me asombra el hecho de que actualmente quienes exigen tolerancia y cero discriminación hacia ciertos grupos o ideologías, son los primeros en hacer de menos y atacar a quienes no piensan como ellos. Por otro lado estos mismos movimientos o lobbies atacan y señalan a otras instituciones de querer “imponer” sus normas y creencias, cuando –internacionalmente– son ellos los que están obligando al mundo entero a aceptar/promover/difundir estilos de vida que no comparte.

El pasado 17 de mayo se celebró internacionalmente el día contra la homofobia. En sí mismo la utilización actual término es completamente errada. Para empezar una fobia está definida como una aversión exagerada a algo o alguien, así como un temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión. La homofobia, en palabras de la RAE, es una aversión hacia la homosexualidad o las personas homosexuales.

Si bien es cierto que en la actualidad todavía existe mucho crimen (literal) de odio contra los homosexuales, donde humillan, denigran, torturan, matan, explotan y trafican con estas personas (porque lamentablemente esto sigue pasando), actos que podemos definir en su totalidad como homofobia y que deben ser castigados por la ley, hay también posturas contrarias al lobby LGBTI, que en sí mismas no contienen discurso de odio, como muchas organizaciones quieren hacer ver.

No pensar igual, así como no promover/apoyar/difundir cierto de estilo de vida no es una fobia. No compartir un pensamiento tampoco lo es. Llamar a esto homofobia es simplemente una manera muy oscura de tergiversar y destrozar nuestro lenguaje y nuestra cultura, así como una actitud innecesaria de dividir y hacer que las personas se enfrenten unas contra otras porque “no piensan igual”.

Entiendo que la historia por si misma me pone en una situación de aclarar entonces ciertos actos y formas de actuar que la humanidad entera ha tenido con respecto a la homosexualidad, cosa que no puedo hacer porque no puedo hablar por otros y porque no es mi lugar hacerlo. Pero lo que sí puedo hacer es intentar construir puentes, intentar entablar diálogos, intentar ser más humana en mis relaciones con los demás, sobre todo con aquellos con quienes difiero en tanto. No tengo nada en contra de personas que tienen una atracción por el mismo sexo, al contrario, a lo largo de mi vida he convivio con muchas de estas personas y hay quienes se han logrado ganar mi completo cariño y aprecio. Tengo familiares que se han declarado homosexuales, y no por eso los he dejado de querer, me he alejado de ellos o los he visto de manera distinta.

Nuestras posturas ideológicas no deberían de definir nuestras relaciones personales, ante todo porque TODOS somos personas y todos poseemos una dignidad que merece un completo respeto. Ninguno más que otro, aunque la historia también me pediría una explicación de eso. Pero la historia es historia, y en nuestras manos está poder escribirla distinto. Si pensamos que anteriormente se actuó de manera incorrecta con respecto a algo, ¿por qué repetirlo desde otra perspectiva entonces?

Estoy completamente de acuerdo en que es necesario erradicar la homofobia, la verdadera obviamente. En honor al respeto de la vida humana, a la dignidad de la persona y a los derechos humanos universales es imperante anular cualquier comportamiento violento contra dichas personas.  Sin embargo también considero fundamental tener claro que pensar diferente no es una fobia, no aceptar ciertos comportamientos tampoco es una fobia, creer y defender que hay muchas cosas que tienen base en la naturaleza humana es simplemente eso, una postura y un pensamiento basado en la ley natural.

Y con esto no pretendo nada más que exponer mi propia visión de la situación, que habrá quienes la apoyen así como quienes la critiquen, pero si algo he aprendido es que en este mundo no hay porque intentar quedar bien con todos.