Muy buenos días diputados, público presente, gracias por la oportunidad democrática y respetuosa que nos dan de presentarnos hoy ante ustedes, de exponerles nuestros puntos de vista conforme a esta ley y de parte de esta ley.

“¿Quién soy yo? Mi nombre es Axel Beteta, tengo 25 años de edad, soy abogado, notario, licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, y soy joven, y me importa esta ley”.

Fundé hace unos meses atrás una organización con los mejores estudiantes de Derecho de las Universidades de Guatemala, llamada “Abogando por Guatemala”, y queremos desde un punto de vista legal incidir y abogar por lo que Guatemala realmente necesita.

Nuestro eslogan es: “Porque Guatemala se merece algo mucho mejor”, y es por eso que estamos acá presentes.

Hemos elaborado una propuesta de fortalecimiento de la iniciativa, , que la elaboraron los mejores estudiantes de Derecho de Guatemala. Nuestro campo de espertise es la ley, y somos jóvenes, por lo tanto, la propuesta óptima es la nuestra.

Quiero presentarles hoy, esta mañana, a alguien que se llama Cristian Barrera. Si pueden poner la imagen por favor. Cristian Barrea es un niño de unos doce años de edad que en unos meses va a cumplir 13 años y por lo tanto va a ser sujeto de derechos y obligaciones de esta nueva ley. ¿Saben dónde vive Cristían Barrera? En el basurero de la zona 3. A los doce años de edad dejó la escuela, ¿Por qué? Porque tenía que trabajar para ayudar a mantener a su familia. Su sueño es ser doctor y futbolista, pero no lo puede hacer, ¿Por qué? Porque tiene que trabajar.

Abogando por la vida edit

Mi pregunta es: ¿Qué puede hacer esta ley por Cristían Barrera? ¿La efectividad de una ley cómo se mide? Cuando un ley destruye un estado de indefensión. Yo le he preguntado a los sectores serios de la sociedad e incluso a algunos diputados: ¿Los jóvenes de hoy en día que no pueden hacer que bajo esta ley sí pueden hacer? La respuesta es: Nada. Es igual. Los jóvenes se mantendrían en el mismo estado y situación.

Le quiero presentar a Onésimo Miguel Marroquin, de diesciséis años de edad, herido de bala y encontrado en un instituto público muerto.

Quiero presentarle a Kimberly Elisa Perez de ventidos años de edad encontrada con sus manos atadas y pies atados, en su propio carro, violada y torturada.

Quiero presentarle a Andrés, Joaquín, y Otto, que no tiene trabajo y son jóvenes hoy en día.

Quiero presentarles a Rosita y a Elsa que han sido vendidas en el mercado de trata de blancas.

Y quiero presentarles a Gio que vende su cuerpo para pagarse la universidad.

Mi pregunta señores diputados es, con esta ley, ¿cómo se van a solventar esos problemas? Guatemala debe esforzarse hoy en día por ser un Estado de Derecho y no un Estado solo de legalidad. Como bien ustedes lo saben  diputados, Guatemala tiene más de 68000 leyes vigentes. ¿Esto cómo se llama? Sobrelegislación y sobrepoblación de leyes que no aseguran la aplicación segura del Derecho. ¿Cuáles son las consecuencias de crear más leyes? ¿La 68001, cuál sería?

  1. Crear leyes que correspondan a una agenda supranacional impuesta por medio de fuerza, manipulación y datos inventados.
  2. ¿Qué más? Satisfacen un interés particular en detrimento del Estado, cuando la constitución política de la República de Guatemala señala que debe prevalecer el interés general sobre el particular.
  3. ¿Qué más? carecen de fundamento técnico y no anticipan los efectos negativos colaterales de lo que dice la ley. La ley no es poesía ni letra muerta.
  4. ¿Qué más? Desincentivan la producción y el desarrollo nacional,
  5. Aumentan la burocracia, y
  6. Disfrazan temas de actualidad con un populismo que apela al resentimiento.

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Hace unos días atrás, la reportera María José España salió a las calles y le preguntó a los jóvenes: ¿Ustedes conocen qué es la Ley Nacional de la Juventud? Ninguno respondió que la conocía. Todos tenían una idea vaga. Salieron a la calle y preguntaron: Ey, ¿Ustedes saben lo que es “CONJUVE” (Consejo Nacional de la Juventud)? El 98% de la juventud guatemalteca ni siquiera sabe lo que es “CONJUVE”.

Entonces les pregunto, ¿vamos a crear a través de esta ley una secretaria más? ¿Una secretaría que los jóvenes no conozcan financiada con más impuestos? Señores diputados, yo no sé si ustedes han leído los periódicos últimamente o han visitado los hospitales, pero los hospitales públicos están en crisis, se está muriendo la gente, los jóvenes no estamos muriendo por falta de oxígeno, por falta de insumos, por falta de quimioterapias para los que tienen cáncer, ¿y le vamos a quitar parte de su presupuesto para financiar una secretaria cuando sabemos que muchas veces estas secretarías se crean para crear focos de corrupción?

Señores diputados, como joven qué les digo: que necesitamos seguridad. No quiero más violencia en las calles, ni temer que mi propiedad privada vaya a ser violentada. ¿Qué necesito? Trabajo, ¿Qué necesito? Libertad, ¿qué necesito? Acceso y defensa de mi propiedad privada. Una educación óptima en calidad. Salud que cubra las necesidades básicas, y una infraestructura vial que no nos haga llegar tarde a todos lados.

Solo una escuela el año pasado cumplió con los 180 días de clases obligatorios. Señores, ¡Por favor!, ¿cómo esperamos que puedan dar educación sexual de la integridad si ni siquiera pueden dar matemáticas y lenguaje?.

No inventemos derechos que no existen, tan solo vean el artículo 12 D de la ley que se pretende aprobar. Dice el inciso: respetar, difundir y desarrollar las distintas formas de sentir, pensar, identificarse y actuar de los diversos grupos de la juventud, sean estos sociales, culturales o étnicos.

Señores, váyanse unos años atrás y recuérdense lo que era ser joven. Uno sentía una cosa un día, y al otro día sentía otra. ¿Cómo el Estado va a promover y desarrollar eso si ni siquiera son estables algunas veces los sentimientos?

Esto es imposible. Guatemala tiene hoy otras prioridades y necesidades antes que esta ley. Les recuerdo que esta ley es innecesaria, enfoquémonos en las realidades de nuestro país. No lo carguemos con dar la mal llamada “educación integral de la sexualidad”, cuando el Estado nuevamente es incapaz de enseñar matemáticas y lenguaje.

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Un mejor sistema de Educación es lo que necesitamos. Una educación con principios y valores, mejor sistema de salud, mejor sistema de justicia, mejor sistema de inversión que permitan a los jóvenes ser emprendedores en esta Nación y que dejen de emigrar a otras naciones. Mejores viviendas y un mejor sistema de infraestructura.

Señores Diputados y Representantes míos, desde Abogando por Guatemala, le decimos: No aprueben esta ley. No caigan en la falacia de que los jóvenes hemos pedido esta ley, al contrario, hemos sido la mayoría de jóvenes que nos hemos opuesto fervientemente a esta ley. Represéntenos bien, en especial cuando han habido diputados que se sientan al lado suyo, que nos han llamado fuerza retrogradas, ¡a !quienes agradezco que nos consideren una fuerza!

Pero queremos decirles algo en especial, necesitamos una ley que sea congruente, nosotros como abogados y como jóvenes tenemos una perspectiva coherente y congruente. No somos antiderechos como muchas organizaciones nos han llamado, solo porque nos quieren silenciar. Por favor, sean democráticos y no escuchen esas voces solamente. Lo que tenemos que buscar es que se apliquen los Derechos y Deberes ya reconocidos en la Ley, reconocidos en nuestra Constitución, reconocidos en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos reconocidos en Guatemala.

Señores diputados, hoy a cada uno de ustedes les hago la advertencia: Que un día cada uno de ustedes, y sus nombres, cuando firmen esa iniciativa de ley y se convierta en una ley verdadera, van a pasar a la historia como cómplices de aquellos que abrieron la puerta a la hipersexualización de los jóvenes, el aborto, la burocracia, los focos de corrupción, los aumentos  los impuestos, y a perpetuar el círculo de pobreza y desesperanza que hoy tiene la juventud guatemalteca.

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Invoco a Bastiat, el jurista que todo diputado y congresista conoce, admira, respeta:

«La ley se vuelve la herramienta para la avaricia, pero la misión de la ley no es oprimir a las personas y arruinarlas en su propiedad. Su misión es proteger la propiedad».

Pues eso es libertad.

Les hablo de corazón a corazón, confío en ustedes y sé que ustedes conocen la realidad de Guatemala. Con el corazón en la mano, piensen en el futuro, en el joven de hoy, que es el futuro y el presente. Confío en ustedes, no aprueben esta ley.

Gracias.


Link del audio: Discurso de Axel Beteta.


 

International Youth Coalition – Youth Defending Life and Family Around the World  –