Estamos muy cerca de esta fecha: 31 de Octubre, y, ¿ quién no se ha divertido disfrazándose? ¿ quién no ha disfrutado saliendo a correr con los amigos cuando niño a recoger dulces en las casas de los vecinos? jugar durante toda la noche en la calle, decorar las casas, colegios y salones con brujas, calaveras, calabazas y fantasmas. Una noche de oscuridad, dulces, disfraces, niños y hasta bromas, porque cuando somos niños solo nos parece divertido.
Muchos, por no decir que todos los jóvenes siguen la tradición de los disfraces, pero en cambio de salir a pedir dulces, se van de fiesta a lugares públicos que organizan concursos y toda una programación de entretenimiento alrededor de los símbolos de esta noche, o sin mencionar las fiestas de casa que también se organizan para tal acontecimiento, todos, incredulamente celebrando algo que realmente no se conoce, sólo como una fecha anual que no puede faltar para divertirse, que es recreativa y muy llamativa.
Sé que con este blog, muchos de mis amigos y conocidos (incluso algunos católicos), me criticarán y me dirán que soy muy exagerada, extremista y hasta paranoica. Pero en esta ocasión, quisiera exponer algunos puntos a cerca del verdadero significado de este día y que sigue oculto a nuestros ojos.
No se si ustedes se pregunten porqué en esta fecha aumenta la promoción de imágenes y disfraces de brujas, monstruos, diablos, fantasmas, muertos, vampiros y demás personajes que sólo se identifican con una moral contraria a la “buena” o en sí mismo contrarios al bien, yo sí me lo pregunto, y me causa curiosidad que a pesar de cuestionarlo, nunca quise buscar la respuesta hasta ahora, por que me parecía divertido y no le veía problema además de creer la típica historia de la creación del halloween.
En muchos países, los grupos satánicos usan esa noche para un “culto” especial dedicado a satanás y en muchos países alrededor del mundo, se hacen sacrificios humanos, sobre todo de niños que han sido secuestrados de sus hogares y que son ofrecidos como víctimas inocentes en una noche de lujuria, drogas, alcohol y toda clase de desenfrenos, en las llamadas “misas negras”. Esto lo confirma el testimonio de un ex-satánico converso que advierte del peligro de si quiera, hacer parte de esta celebración.
Este hombre, cuenta que el 31 de octubre para los satánicos es su “año nuevo”, y que para esta fecha tienen un tiempo de preparación que ocurre 5 semanas antes de la fecha, o sea inicia desde septiembre (haciendo cuentas), y hacen todo tipo de sacrilegios contra nuestra Iglesia Católica, Jesús Eucaristía y la Vida Humana, así mismo la autodestrucción de su propio cuerpo humano , que evidentemente lo consideran templo del Espíritu Santo, buscan atentar contra este.
Dice que los disfraces tienen una connotación real, pues significa que evidentemente se quiere esconder la obra divina de Dios – “el solo hecho de estar disfrazados el 31 de Octubre, están haciendo parte del hechizo más grande a nivel mundial que se comete ese día, y les dan más poder a estas personas para que comentan muchos, muchos, sacrificios ese día…”
Tal vez un solo testimonio no es suficiente para convencernos de las verdaderas implicaciones de celebrar este día, o sólo tener la intención de disfrazarnos, pero considero importante que debemos pensar en lo que nos invita nuestra Iglesia, si bien podríamos recordar las palabras bíblicas “El que no está conmigo, está contra mí”, para darnos cuenta que la falta de conocimiento e interés por conocer a profundidad ciertos temas hacen que nuestra fe se debilite, se vuelva dócil al mal y nos aleje de la voluntad de Dios, de esta forma, consciente o inconscientemente rindiéndole culto a satanás.
Además si recordamos algunos de los halloween pasados, podremos notar que en ninguna parte se menciona a Dios, ni se exhalta el nombre de Jesús, ni tiene nada que ver con su Padre Celestial y mucho menos con el Santo Espíritu del Dios Altísimo. Por lo tanto, va en contraposición al primer mandamiento de amar a Dios con toda nuestra alma, nuestra mente, nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, en fin con todo nuestro ser.
Según Aciprensa “Halloween significa “All hallow’s eve”, palabra que proviene del inglés antiguo, y que significa “víspera de todos los santos”, ya que se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos. Sin embargo, la antigua costumbre anglosajona le ha robado su estricto sentido religioso para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un retorno al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.”
En consideración con lo anterior, la idea de conmemorar y rescatar la fecha de todos los santos difuntos se ha deformado de tal manera que ya se olvida la existencia de tal día, pues es completamente apocado por el halloween, y este se vuelve punto y celebración principal de niños y jóvenes. Esto permite que hasta nuestra fe, se enmarque en un “relativismo religioso”, que se acomoda a las circunstancias y cree lo que quiere creer, negando muchas veces la realidad de la situación.
Quiero invitar a todos los jóvenes a que evaluemos cuidadosamente esta fecha, no significa que no se puedan divertir, pero igualmente teniendo en mente todo lo que en esta noche personas de la oscuridad hacen contra Dios y su creación divina que es el mismo ser humano, otra actitud, puede ser la de, “pero es que todo depende de lo que se haga y la intención que se le de”, sin embargo por omisión también se puede ser cómplice de actos que ni nosotros sabremos o nos imaginemos.
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