En el 2021 se presentó un proyecto de ley en la Cámara de Representantes en el cual “se promueve y fortalece la educación de la sexualidad a través de la formación, conocimiento y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y se dictan otras disposiciones”. Si bien es cierto que la educación sexual es un deber importante para cada ser humano, este proyecto sí se lee detenidamente pretende imponer las ideas políticas y sociales sobre los principios de familia y libertad.
En las últimas semanas ha sido tendencia este tema en Colombia debido al debate en el que se pretendía seguir con el proyecto, sin embargo, los promotores de esta ley no lo lograron, y sí permitió poner en alerta a familias qué no pretendemos que nuestros hijos/sobrinos sean educados bajo ideas impuestas por política y no principios.
En el articulo 3, numeral e, se presenta una de las mayores críticas del por que no se debe aceptar este tipo de leyes para la educación de nuestros menores; exponen dentro de sus propósitos con el proyecto: “El reconocimiento y la transformación de estereotipos, roles y normas que condicionan el desarrollo de niños, niñas y adolescentes;” Si bien se puede decir que ya sea con esta ley o no, a través de los discursos culturales esto de “transformaciones de estereotipos, roles y género” es parte del día a día, el problema es cuando buscan la obligatoriedad de la enseñanza de este tipo de ideas en todas las instituciones educativas privadas o públicas, esto es una clara alerta de violación a la libertad.
La educación sexual es necesaria que sea impartida por la familia no por políticos ni ideas progresistas, el Estado no es un todopoderoso sabio que debe iniciar las conversaciones de orientación sexual, es la familia. No cabe duda de que se necesitan políticas en pro de proteger la niñez, pero no es sustituir la formación de los padres para con sus hijos. Las entidades educativas deben cumplir su rol como acompañantes del proceso educativo científico y académico pero la responsabilidad primaria es de la familia.
Esto es sin duda una alerta para revisar detenidamente cómo se están formando padres o tutores de menores con la capacidad de abordar temáticas de la educación sexual en su debido tiempo en el proceso de crecimiento del niño y a la vez, una alerta para la defensa de nuestra libertad para elegir sobre qué principios se fundamenta la educación de la niñez.
Actualmente, el debate con respecto a este proyecto de ley se encuentra detenido, organizaciones católicas, cristianas, gobernantes con postura conservadora y ciudadanos del común se encuentran pidiendo que sea retirado o archivo este proyecto ley, teniendo en cuenta las implicaciones en contra de la libertad de culto que representa.