En julio se conmemora el día de la Libertad Religiosa y de Cultos en Colombia a grandes rasgos es la conmemoración nacional del logro alcanzado en la Constitución política de 1991 vigente a hoy en día y fue el momento cuando se declaró a Colombia como un Estado Laico, consagrándose la libertad de culto.
Como en muchos casos este tipo de conmemoraciones nos hace hacer una revisión de la realidad y si verdaderamente está cumpliéndose estas leyes, sin embargo, considerando a Colombia no como un país totalmente desarrollado, pero sí con grandes avances a nivel mundial, tiene una problemática invisibilizada pero creciente y que actualmente categoriza al país en el lugar número 22 de 50 países con más persecución religiosa a los cristianos de acuerdo con el Informe realizado por la ONG Puertas abiertas 2023.
Si bien vivimos en un Estado social democrático en el cual no se ve una persecución cruda en el diario vivir de todas las ciudades de Colombia, el informe realizado por la ONG explica que actualmente y con el historial de conflicto armado del país, las zonas rurales son el objetivo de los grupos armados, retomando palabras del informe: “Ven a la Iglesia como una amenaza para su poder y estabilidad, sobre todo cuando los miembros de las bandas se convierten al cristianismo o los líderes eclesiásticos denuncian la violencia y la corrupción. Los líderes eclesiásticos son amenazados, acosados, e incluso asesinados, por no mencionar las restricciones de movilidad impuestas por medios ilegales. Los líderes de las bandas tienen como objetivo a los hijos de las familias cristianas, intentando reclutarlos o secuestrarlos para socavar la iglesia y obligarla a desplazarse”. Por otra parte, esto más como temas culturales, pero con la misma gravedad, en las comunidades indígenas donde las personas deciden creer en Dios y en Jesús como estilo de vida son fuertemente atacados y vulnerados al expulsarlos de sus tierras y negarles derechos.
El informe igualmente resalta una problemática evidente para los adultos, jóvenes y niños cristianos en el ámbito público y es la creciente intolerancia social y presión ideológica contra toda expresión de las creencias y principios del cristianismo “se fomenta un ambiente de autocensura cuando los cristianos comparten sus opiniones basadas en la fe sobre cuestiones relativas a la defensa de la vida, la familia, el matrimonio y la libertad religiosa”.
Lo anterior no es algo para nada menor que una problemática muy compleja para la iglesia y que debe ser para el Estado, sí conmemoramos el día de la libertad religiosa debería ser para re evaluar cómo se está protegiendo la libertad del creyente; en el caso de la percusión a mano armada, el Estado es el que debe intervenir y proteger la vida pero en el caso de la intolerancia social es un llamado a la población general que por largos años ha ejercido una presión social en contra de las personas que defendemos nuestros principios de acuerdo con nuestras creencias en Jesús y de igual forma para los cristianos es un recordatorio para no desfallecer ante esta situación crítica sino mantenernos firmes en los principios y tener una vida íntegra que demuestre en quien creemos y porque lo hacemos.
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