El estado de Jalisco, México ha sido uno de los líderes en feminicidios durante los últimos años. Además, las estadísticas de violencia de género ya han despertado críticas del gobierno federal. Jalisco está al borde de proclamarse en “alerta de género”. Con todo esto, la respuesta del gobierno refleja la agenda neoliberal que ya es característica de la ideología de género y las gestiones políticas del siglo XXI.

Vivo en uno de los estados más bonitos y característicos de México. Jalisco es la cuna del mariachi, del tequila, de ilustres intelectuales como José Clemente Orozco, Luis Barragán y Pedro Moreno. Jalisco sigue siendo uno de los centros geopolíticos con mayor peso en el país, en especial por su capital, Guadalajara, que es la segunda zona metropolitana más grande de la nación. Sin embargo, lamentablemente la figura de la mujer (y la maternidad) vive una situación crítica en la coyuntura política actual.

Resulta que una de las estrategias con la que el gobierno de Aristóteles Sandoval quiere demostrar el compromiso con los derechos de las mujeres es precisamente a través del aborto. La norma NOM-046 busca despenalizar el aborto a mujeres violadas y la propuesta fue parte de la agenda en la Cámara de Diputados. Otra de las medidas fue subir la pena por feminicidio hasta 70 años.

La ironía es evidente: aumentar el nivel de una sentencia al cometer un crimen en contra de la mujer y por otro lado permitir que precisamente se cometa un crimen en contra de mujeres no nacidas (homicidio). Por lo pronto, la iniciativa no ha entrado en vigor, aunque la presión de Aristóteles Sandoval sigue existiendo.