Uno de los objetivos más prominentes de la agenda correspondiente al nuevo orden mundial es el establecimiento del aborto como un derecho universal. En su mayoría, los países mas “modernos” promueven arduamente este fenómeno mientras que los países más “conservadores” o en desarrollo se han mostrado con menos cooperación en el asunto. En la sucesión de países donde se ha desatado la pugna por los “derechos de aborto” ahora es el turno de Malawi, África.
Es bien sabido que África contiene los problemas mas evidentes de enfermedades de transmisión sexual y salud sexual/condiciones sanitarias. En la ONU, los países líderes del establishment han intentado de imponer sus propias políticas en naciones que tienen un peso menor como actores mundiales. Tal es el caso de Malawi, cuya nueva reforma propuesta para entrar en efecto ha hecho que la comunidad cristiana reaccione a un cambio de dirección axiológica imprecedente y extraña.
La actual ley en materia de abortos sólo lo permite en el caso de que el embarazo ponga en peligro la vida de la madre (una ley “conservadora” si se compara al Occidente). Sin embargo se busca que se modifique para que en primer lugar se le de la opción de solicitar un aborto aunque el embarazo no ponga en peligro la vida de la madre.