La Comisión del Estatus dela Mujer (CSW), es el principal órgano intergubernamental mundial que dedica exclusivamente dos semanas al año la promoción de la igualdad de género y de empoderamiento de las mujeres en el mundo.
De acuerdo con ONU Mujer, la CSW (siglas en inglés – Commission on the Status of Women), es un instrumento que promueve los derechos de la mujer, documentan la realidad de la vida de las mujeres en todo el mundo y se configuran los estándares globales en igualdad de género y de empoderamiento de la mujer.
Este año, se conmemoran los 20 años de la aplicación de la Declaración de Beijín, miles de personas, representando Organizaciones No gubernamentales o de la sociedad civil, representantes de los Estados Miembro de la ONU y de las diferentes entidades de la ONU han venido a Nueva York a discutir avances y cómo se ha aplicado la Declaración de Beijín de 1995 y la plataforma de acción, el documento de política
En el mundo en el que nos movemos, es cautivante como la globalización ha ido acelerando procesos tecnológicos, de comunicaciones, de conflictos y hasta de resolución de los mismos para mantener un equilibrio de paz, o al menos alguna estabilidad, buscando que los derechos humanos se cumplan cabalmente, tratando de resolver todo tipo de problema social, económico o cultural.
De esta forma este año en el ya tercer día de la Comisión para el Estatus de la Mujer no solo se quiere enfocar en la Declaración de Beijín y la Plataforma de Acción, que incluyan los retos actuales que afectan esta implementación y el compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, abordando las oportunidades de implementar estos dos últimos temas en la agenda post-2015.
De estafo forma, se encuentran muchos intereses de por medio, no solo los que representan los delegados los países miembro que atienden la Comisión sino también, las diferentes realidades que vienen a presentar diferentes Organizaciones Internacionales No Gubernamentales, quienes de alguna manera u otra trabajan con poblaciones que requieren de apoyo en diversos campos y áreas de acción, sobre todo en países vulnerables a la pobreza, desigualdad, discriminación, explotación y diversas formas de violencia.
Pero no todo es color de rosa en este maravilloso evento, en el que miles se encuentran. Como había mencionado anteriormente, hay muchos intereses de por medio que no tienen en cuenta valores fundamentales como: la dignidad de la persona humana, la familia como fundamento de una sociedad, aborto como mayor expresión de violencia contra la mujer, la mujer como pila dador de vida y gestora de diversidad en la exploración de recursos, y así podríamos seguir haciendo toda una larga lista.
Es muy claro que el trabajo estas dos semanas está enfocado en imponer una agenda completamente direccionada a la implementación de los mal llamados derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos, y la ideología de género dentro de lo que ya se ha mencionado, la igualdad de género.
Son dos semanas en las que se estará amenazando constantemente la dignidad de la mujer en muchos ámbitos, no se tiene ni siquiera presente los derechos de las niñas no nacidas, ni se muestra a la mujer empoderada en su rol de madre, creadora y quien guarda y protege la vida de otro ser humano, capaz de consolidar familia (evidente o no con la ayuda o no, del hombre).
Sí, las mujeres, necesitamos tener oportunidades, debemos tener garantías de participación, seguridad, no violencia, educación, un buen desarrollo, etc., pero todo esto y lo que nos queramos imaginar, no debe estar supeditado a deseos externos para la imposición de un modelo único de mujer, no nosotras como mujeres necesitamos rescatar no solo que significa ser mujer con dones únicos, sino también rescatar lo que nos hace diferentes de los hombres pero igualmente complementarios el uno al otro para la continua construcción de una sociedad que aprecie la vida, que valore el rol de un ser a imagen y semejanza de Dios, creación perfecta. LA MUJER.