Querida Judith Thomson,
Quería decirle que me ha decepcionado. La primera vez que escuché plausibles comentarios sobre su persona pensé que era una acérrima defensora de los Derechos Humanos, en especial, de los Derechos de la Mujer. Después de leer varias de sus publicaciones, y entre ellas, su logrado ensayo titulado “La Defensa del Aborto”, no me quedó más que concluir que usted no defiende ningún Derecho Humano. Solamente defiende la matanza indiscriminada de los seres más indefensos del planeta, esas criaturas que se encuentran en su estado prenatal y que usted asimila a simples “bellotas”.
También quería recordarle algunas de sus palabras, seguramente las recuerda, tuvieron gran repercusión en la década de los 70s. De hecho, hoy todavía, algunos grupos abortistas las utilizan para fundamentar su postura de una manera tan errónea como ligera…
“la oposición al aborto descansa, en su mayoría, sobre la premisa de que el feto es un ser humano, una persona, desde el momento de la concepción. Esta premisa está razonada, pero, a mi entender, indebidamente. Tomemos, por ejemplo, el razonamiento más frecuente. Se nos pide que advirtamos que el desarrollo del ser humano desde la concepción, a través del nacimiento, hasta la infancia, es continuo; y en seguida se dice que el hecho de trazar una línea, de elegir un momento en ese desarrollo y decir ’hasta esta línea, el feto no es persona, detrás de la línea lo es’ es tomar una decisión arbitraria, decisión para la que no puede darse una razón lógica. Se llega a la conclusión de que el feto es, o, al menos, de que deberíamos decir que es, una persona desde el momento de la concepción. Pero esta conclusión no es lógica. Podría decirse algo similar sobre el desarrollo de una bellota hasta convertirse en roble, y no se llega a la conclusión de que las bellotas sean robles, o de que deberíamos decir que lo son. Los razonamientos de este tipo reciben a veces el nombre de “razonamientos escurridizos” (…) y es desalentador que los opositores del aborto se basen en ellos tan fuertemente y sin sentido crítico.
Sinceramente, no comparto su postura. No obstante, lo que verdaderamente me da pena es que haya utilizado argumentos tan básicos e irracionales para fundar dicha posición. Yo no tengo un doctorado en filosofía por la Universidad de Columbia, ni tampoco soy profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Simplemente, soy un abogado recién recibido al que le gusta leer e instruirse, y eso me basta para discernir ciertas conjeturas que quisiera compartirle:
En primer lugar, que la concepción del niño no es la mera germinación de una semilla. Es decir, no es una cosa con la cual se puede hacer lo que se desea, como destruirla, consumirla, o abandonarla. Creo que hasta el mismísimo Charles Darwin se sonrojaría al leer dicha paradoja. Recuerdo que lo estudié cuando cursaba el sexto grado de la escuela primaria… Cuando los 23 cromosomas del espermatozoide (célula de papá) se funden con los 23 cromosomas del ovulo (célula de mamá), se constituye un cuerpo pluricelular nuevo y distinto a los dos anteriores. Un nuevo individuo que tiene una carga genética única, con capacidad para autodesarrolarse en el transcurso de su proceso evolutivo. Probablemente ha leído cuantiosamente esta verdad que usted llama “pendiente resbaladiza”…
“La vida de un individuo tiene su origen en el zigoto y concluye con la muerte, y cualquier fotograma que se elija de este proceso vital se percibirá idéntico al fotograma anterior y al posterior. El estado embrionario del ser humano es sólo una fase más de su desarrollo, como lo es, por ejemplo, la niñez.”
Tampoco creo que la apariencia física del embrión sea preponderante para definir lo que es y lo que no es vida. Sería peligroso y poco serio determinar la humanidad de un individuo por su fisonomía. Fíjese que un embrión es físicamente distinto a un niño de cinco años, y observé también que un bebé es corporalmente distinto a un anciano. Evidentemente, la forma ha cambiado a lo largo del tiempo, pero no así la naturaleza, el ADN es el mismo. Sin embargo, ¿Quién es más personas, el bebé o un anciano?¿Un embrión o un niño?
Su pensamiento me da miedo señora. Me eriza la piel porque fue el mismo que desarrolló el Tercer Reich para llevar a cabo el Holocausto Judio. Esa premisa de considerar como ajenos a la condición de persona a quienes pertenecen a una raza distinta a la aria. Fíjese que todo comenzó por calificar a los judíos como “parásitos indeseables”, o seres inferiores asimilables a cosas, y por ende no merecedoras de un trato digno. Le recomiendo fehacieteme la lectura del Mein Kampf de Adolf Hitler, pues dicha forma de pensar a la humanidad terminó con la vida de 6 millones de hermanos judíos. Por favor, no caiga en el error de pensar que el cigoto, el embrión o el feto, no merecen la calidad de persona. Su pensamiento podría costar millones de vidas inocentes.
Por último, pensé que le sería de gran ayuda dejarle algunas palabras del prestigioso filósofo John Finnis, talvez por su “apariencia” menuda, su carácter tímido, y sus gafas enormes, no han sido muy tenidas en cuenta, pero le aseguro que él ha sido coherente y acertado con su pensamiento.
“He supuesto que el niño no nacido es, desde el momento de la concepción, una persona, y por tanto no debe ser discriminado con motivo de la edad, la apariencia u otros factores en la medida en que tales factores se consideren razonablemente irrelevantes cuando lo que importa es el respeto por los valores humanos básicos.”
Le paso a explicar, lo que John quiso enseñarnos es que del acto reproductivo humano no deviene un mero roble (a diferencia de lo que sucede con la bellota), y tampoco deviene un escarabajo o una ardilla. Y esto se debe a la obviedad de que un ser humano solo puede engendrar a otro ser humano, y es por esa sencilla razón se merece todo el respeto inherente a su dignidad humana, porque, efectivamente, goza de la condición de persona.
Querida señora, le deseo lo mejor para el resto de su longeva vida. Espero que reflexione sobre sus palabras para que pueda vivir serenamente su ancianidad.
Un cordial saludo.
International Youth Coalition – Youth Defending Life and Family Around the Globe –