En Mayo del 2016 es la fecha en que; de manera poco afortunada para los intereses políticos de México surgió lo que ahora es el acontecimiento del despertar ciudadano más grande e importante de los últimos años, la lucha por las familias mexicanas.

Misma fecha en la que el presidente de la República Enrique Peña Nieto de manera arbitraria y sin tomar en cuenta la opinión de la ciudadanía presentó un paquete de iniciativas entre las que destacaba modificar el artículo 4 de la Constitución y el Código Civil con el fin de imponer lo que conocemos como Ideología de Género sin imaginar el alcance social que este tendría, despertó de una manera inimaginable la indignación de los mexicanos, lo que provocó simultáneamente que en 32 estados se llevarán acabo 130 marchas con la participación de más de 1 millón 274 mil 400 mexicanos solamente en la marcha del 10 de septiembre y unos días después, en la Ciudad de México en la marcha Nacional un poco más de 500 mil personas.

Este hecho fue el parteaguas de la unión de esfuerzos a nivel nacional de diferentes representantes de la sociedad civil que hombro con hombro con millones de padres de familia dieron al surgimiento de lo que hoy conocemos como el Frente Nacional por la Familia que tiene como propósito NO permitir que la ideología de género llegue a nuestros niños mexicanos disfrazada de políticas absurdas.

Pero, ¿qué ha sucedido en México después de las marchas, el despertar ciudadano y la polémica a nivel nacional?

A un año de la histórica manifestación ciudadana en nuestro país se han mantenido una constante lucha y trabajo en equipo de las cabeceras de los diferentes estados y asociaciones civiles organizadas por mantener la unidad y poder seguir velando por las familias mexicanas, pero como en toda sociedad brotan en ocasiones, intereses personales que sobre pasan los del bien común. El pasado 30 de Agosto del 2017 tras la ruptura de los miembros del comité nacional del FNF con el Lic. Juan Dabdoub Giacoman (Consejo Mexicano de la Familia) desató en redes sociales una polémica que cuestionaba fuertemente la credibilidad y unidad del Frente así comentarios negativos dirigidos a “dejar de apoyar” a la causa pro familia por dicha ruptura.

Entonces, cuestionó de manera muy personal a cada lector, sobre todo a los mexicanos quienes confiamos en la causa primera de la defensa la familia ¿qué tanto somos capaces de accionar y dirigir nuestros esfuerzos personales día a día, por esta causa? Porque entonces, sí solo nos quedamos en la indignación del momento ¿en dónde queda el motivo por el cuál decidimos salir a las calles para manifestarnos?

Estamos viviendo un momento crítico en México en donde la dolorosa indiferencia social es solo “la punta del iceberg” de un país profundamente enfermo por la corrupción, la desigualdad y los ataques contra la vida y la dignidad humana, donde los intereses económicos y políticos de una parte privilegiada de nuestra sociedad pasan de manera inminente sobre los de un pueblo que se mantiene, pero no progresa.

Con base a lo anterior cuestionó de nuevo ¿por qué seguimos poniendo en manos de unos pocos las decisiones y el actuar que nos corresponden a todos? En realidad, el Frente surgió como una necesidad de representación ciudadana pero no nos inhibe de la responsabilidad de cada uno de ser el constante testimonio de unidad que empieza y se forja en la familia. ¿Hablamos de pérdida de valores? Empecemos por formarlos y vivirlos en casa. ¿Hablamos de injusticia? Eduquemos desde el hogar hombres y mujeres de vida venerable, donde mamá y papá sean el ejemplo de sus hijos de cómo ser buenos y honrados ciudadanos. Que la formación de las futuras generaciones sea el legado que dejamos a nuestro país para verlo crecer y progresar.

No vamos a permitir que una ideología absurda, una situación nacional difícil y el poder que corrompe defina lo que somos como nación, sino que hemos de tomar las riendas de nuestro país en nuestras manos defendiendo el núcleo inquebrantable de toda sociedad que busca la prosperidad; LA FAMILIA. Porque es aquí donde se forja el carácter, se viven los valores y se aprende sobre el amor y eso, es justo lo que este mundo carece; amor. Porque el que ama, aprende sobre la solidaridad, el respeto y la unión. Entonces, los invito a seguir firmes porque vienen tiempos difíciles y es momento de permanecer unidos como familia mexicana.

By. María José Valdés Rodríguez