El pasado 10 de mayo en una de las ciudades principales de Colombia, Medellín, se creo una estrategia local para garantizar el derecho a la interrupción voluntario del embarazo de acuerdo con la Sentencia 0-55 del 2022 en la cual fallo a favor de las mujeres que desean realizar un aborto sin importar el motivo durante las primeras 24 semanas de gestación. De acuerdo con los planteamientos de la alcaldía, “esta mesa busca mejorar la respuesta institucional en el acompañamiento a la ruta y en la garantía de derechos de las mujeres; hacer seguimiento a las barreras de acceso que hemos enfrentado; y ofrecer asesoría técnica a todo el ecosistema de aborto de nuestro Distrito. En Medellín queremos que ser mujer no implique un riesgo para nuestras vidas y que todas las mujeres podamos decidir sobre nuestros cuerpos, nuestras maternidades y nuestros proyectos de vida”.

Aunque desde mi opinión siga siendo irónico que traten de llamar “interrupción del embarazo” a lo que significa directamente muerte o asesinato a otra vida, es increíble que haya disposiciones políticas, económicas y sociales que gasten recursos públicos en este tipo de iniciativas aun cuando hay tantas deficiencias en las rutas de atención a las problemáticas de raíz que pueden causar embarazos no deseados. En ejemplo, se encuentra el problema de años sobre explotación sexual en esta ciudad y en varias de Colombia, al ser una ciudad atractiva turística se convierte en un objetivo para aquellas redes y mafias que trafican mujeres menores y mayores de edad para lucrarse económicamente y a pesar de las constantes denuncias, recientemente solo se conoce que la alcaldía únicamente tomó como medida cerrar un parque principal en donde se concertaban ese tipo de redes.

Entendiendo que los agentes gubernamentales no van a solucionar todas las problemáticas sociales, es incoherente con el derecho a la vida y el deber del gobierno por proteger a los ciudadanos que generen más acciones a favor de muertes disfrazadas de interrupción del embarazo a estrategias propiamente que disminuyan la cantidad de embarazos no deseados, como mayor planeación y ejecución de acciones en contra de la violencia sexual, explotación, drogadicción y más promoción de educación.