El día 31 de diciembre, el catolicismo dio el adiós a una de las figuras más importantes de su historia contemporánea. Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, falleció la mañana del último día del año 2022 en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. El papa emérito, que había abandonado el cargo el 28 de febrero de 2013, fue uno de los pontífices más cultos y un prolífico escritor.

Juventud convulsa

Nacido hace 96 años en un pueblo de Baviera, en aquel entonces perteneciente a la república de Weimar, vivió como estudiante el ascenso del nacional socialismo. En 1939, cuando tenía apenas 14 años, su escuela siguió la doctrina estatal e inscribió forzosamente a sus alumnos en las juventudes hitlerianas. Dos años después fue llamado a filas y otros dos años después, con un Reich ya en las últimas, sirvió hasta su captura por fuerzas aliadas.

Las ideas de un líder

De vuelta a la vida académica, se doctoró en Teología en 1953. Como profesor, destacó por su pensamiento crítico, abriendo la puerta a corrientes de pensamiento alternativas como las de teólogos protestantes. Sin embargo, sus mayores aportaciones filosóficas se verían más adelante con críticas a la sociedad occidental, a la que calificaba de neopagana. En su libro “Ser cristiano en la era neopagana”, Benedicto XVI enfrenta las hipocresías de una búsqueda constante del dinero, placer y estatus contra los valores humanos más esenciales.

El pontífice nunca se quiso desmarcar de la política y protagonizó diversas críticas a los diferentes regímenes autoritarios. Sus comentarios sobre el comunismo, el nacional socialismo y los diferentes regímenes socialistas de hispanoamérica le hizo el ojo de críticas de la izquierda internacional. Sin embargo, Benedicto también ha dejado muestras de una visión más centrista, rechazando lo que él denominaba “capitalismo financiero”.

Más allá de comulgar o no con sus ideas, esto queda a elección del lector y nos ha dejado mucho material escrito para seguir disfrutándolo, Benedicto ha dejado siempre mesura y razonamiento en sus palabras. Su pérdida es otra más a sumar en la muerte de una generación que vivió algunos de los peores episodios de la humanidad y que deja tras de sí un mundo nuevo.

 

Descanse en paz, Joseph Aloisius Ratzinger, Benedicto XVI.