El cristianismo ha sido perseguido desde sus orígenes. Esto se muestra en los martirios que se dieron en el Coliseo Romano durante los siglos III y IV, donde miles de cristianos entregaron su vida por ser firmes en su fe.
De esta forma, los emperadores romanos ordenaron que los quemaran, devoraran animales salvajes y fueran masacrados por gladiadores. Sin embargo y para asombro de muchos, en vez de que las personas abandonaran y negaran su fe, la mayoría seguían convirtiéndose al cristianismo y se enfrentaban a las torturas que ello conllevaba. Se cumplía la frase de Tertuliano: “La sangre de los mártires es semilla de los cristianos”. Cada vez que habían más martirios, la Iglesia católica crecía más.
Han pasado muchos siglos, la Iglesia sigue viva y las persecuciones han continuado a lo largo de la historia hasta la actualidad. Es la fe en el amor de Jesucristo lo que ha movido los corazones de las personas hasta dar la vida por Él. De hecho, esto lo podemos observar en unos recientes sucesos notables que acontecieron este último año, donde murieron creyentes por vivir su fe y ser fieles a sus convicciones.
Suena “extraño” escuchar o leer una noticia donde se mencionan a personas que fueron asesinadas por sus creencias, cuando vivimos en el siglo de la “Tolerancia”, donde toda opinión y fe debe ser validada, sin embargo, vemos que no es así realmente, o por lo menos, se hace una excepción con los cristianos y principalmente los católicos.
El 5 de junio de este año se celebró en la Iglesia Católica, la fiesta de Pentecostés. Millones de católicos en todo el mundo festejaron esta festividad con mucha alegría y gozo, no obstante, sucedió un hecho que estremeció a los creyentes, a Nigeria y al resto del mundo.
Unos hombres armados interrumpieron la celebración que se estaba desarrollando en la iglesia católica de San Francisco Javier, localizada en la provincia de Owo, Nigeria. Estos atacaron a los feligreses, asesinando a más de 50 personas e hiriendo a más de 80, la mayoría de los afectados eran niños y mujeres.
Este atentado se le atribuyó al grupo yihadista islámico Boko Haram y es una muestra más de la intolerancia religiosa que se está viviendo en la actualidad y la inacción del mundo ante ella. Fueron pocos los medios que se manifestaron ante tal tragedia.
Los grandes líderes, influencers y organizaciones que suelen declarar en sus redes sociales mensajes de consuelo y apoyo ante las desgracias, no mencionaron la noticia o hicieron alguna referencia a ello. Totalmente distinto a lo que pasó en el atentado terrorista de París en el 2015, cuando todos los medios de comunicación condenaron este hecho y mandaron sus fuerzas a los afectados y sus familias.
Otro suceso que se está dando recientemente, es la persecución que se le está haciendo a la Iglesia católica en Nicaragua. Esta empezó en 1979 y se ha incrementado en estos dos últimos años, ya que la policía ha hecho un uso indiscriminado de su fuerza.
Tras manifestarse en contra de la dictadura del ex guerrillero Daniel Ortega, el gobierno ha expulsado del país a obispos, sacerdotes y religiosas. Como es el caso de Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, que fue expulsado en marzo de este año. Así mismo, en julio de este año se dio la expulsión de las Misioneras de la Caridad de la Santa Madre Teresa de Calcuta.
Entre otras medidas que tomó Ortega, fie el cierre de varios medios de comunicación católicos, además del secuestro y encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, junto a otros sacerdotes, seminaristas y un laico que se encontraba con él. Claramente Daniel Ortega tiene el objetivo de destruir a la Iglesia Católica en su país, y estas medidas que ha tomado causan un profundo dolor en los católicos y atentan contra la libertad religiosa.
Estos solo son dos casos que muestran la persecución a la Iglesia Católica en el mundo, sin embargo, estos actos de odio, de querer destruir a nuestra Iglesia y a sus miembros, son parte del día a día. En países del Medio Oriente, África y Asia se dan casos todos los días y no los vemos como portada en un periódico o como titular en un noticiero, no obstante, cada día se suman nuevos mártires a nuestra Iglesia.
Que esta persecución no sea algo que nos desmotive a continuar en este camino, sino al contrario, que esto sea motivo para llevar la verdad a todos los rincones del mundo y entregar la vida por Cristo, como nuestros hermanos mártires. La Iglesia católica no decaerá, sino continuará, como ya lo ha hecho más de 2000 años y permanecerá fiel a la doctrina, a pesar que el mundo se empeñe en atacarla y cuestionarla porque sabe que en sus bases está la verdad.
Bibliografía
https://elobservadorenlinea.com/2022/06/nigeria-registra-una-masacre-en-dominigo-de-pentecostes/
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